Son pocas las veces que la mayoría de personas nos ponemos a pensar el gran impacto que pueden ser los pensamientos para nuestra nuestra salud física y mental. En ocasiones, nos dejamos llevar por el estrés, la tensión, la angustia, el desespero, las corridas y ela apuro y, muchos otros sentimientos negativos que, sin pensarlo, nos pueden afectar tanto emocional como físicamente, desmejorando nuestra calidad de vida. 

Todos deberíamos tener claro que la conexión cuerpo – mente es mucho más fuerte de lo que pensamos. Nuestros pensamientos y emociones pueden ser determinantes a la hora de estimular la producción de ciertas sustancias. Por ejemplo, la serotonina y la dopamina son dos sustancias que nuestro cerebro libera cuando tenemos un estado de felicidad o euforia. Algo así ocurre con las emociones negativas, pero en lugar de hacerle bien a nuestro cuerpo, le puede generar dolor y muchas otras molestias que impiden sentirse saludable.

Nuestro cerebro tiene la capacidad de almacenar información importante y determinante para el comportamiento y su relación con nuestro cuerpo. Varios expertos coinciden al pensar que todos tenemos la capacidad de definir lo bueno y lo malo de cada situación, siendo nosotros mismos los responsables de otorgarle una connotación negativa o positiva a cada uno de los momentos por los que tenemos que atravesar día a día.

Cuando estamos atravesando un momento o situación que nos produce ira, en nuestro cuerpo ocurre un efecto bioquímico que nos hace aumentar los niveles de adrenalina y reviviremos las sensaciones una y muchas veces.

Según el tipo de sentimiento que nos invada repercutirá en una zona de nuestro cuerpo.

  • La tristeza, por ejemplo, nos produce cansancio.
  • Una sensación de dolor inexplicable en las caderas nos puede estar indicando que el miedo nos tiene invadidos, posiblemente por no sentirnos con capacidad de tomar decisiones importantes.
  • El dolor en la espalda alta está relacionado con el dolor del desamor; el dolor de la espalda media se relaciona con la incapacidad para soltar el pasado; y el dolor en la espalda baja está relacionado con el estrés financiero.
  • Una sensación de dolor en las rodillas puede indicarnos miedo, orgullo y falta de dominio sobre el ego.

¿Cómo hacerle frente a los pensamientos y emociones negativas?

Así como tenemos momentos buenos y llenos de felicidad, parte de vivir también es pasar por momentos difíciles, que ponen a prueba nuestra fortaleza y nuestra capacidad para controlar nuestras emociones. Para hacer frente a los pensamientos y emociones negativas que nos pueden invadir en cualquier momento de nuestra vida, es muy importante aprender a tener un pensamiento positivo de cada experiencia, por difícil o insuperable que parezca.

Todos los días al levantarnos es muy importante programar cuerpo y mente para asumir el reto de ese nuevo día y esa oportunidad que tenemos para estar bien y vivir felices. Nuestra mente tiene un poder impresionante y puede llevar a cabo todas aquellas cosas que le indiquemos con mucha seguridad. Teniendo en cuenta esto, es importante aplicarnos buenas dosis de positivismo y tratar de verle el lado bueno a las cosas, aunque sea una experiencia relativamente difícil de superar.

Cuando los pensamientos y emociones negativas traten de apoderarse de nuestra vida y de nuestra salud, es muy importante tomarse unos minutos para reflexionar y meditar si en verdad vale la pena gastar nuestras energías en ese pensamiento. Ser una persona positiva es cuestión de decisión. Lo más probable es que después de hacer este ejercicio, en lugar de lamentarte y dejarte dominar por esas emociones, quieras darle un cambio a tu vida y buscar soluciones para que esa negatividad no te afecte y te robe tu calidad de vida.

El positivismo y las buenas emociones, como la alegría, la felicidad y la risa, liberan hormonas responsables del fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico. Las emociones negativas actúan de forma contraria y causan un debilitamiento del sistema inmune, haciendo nuestro cuerpo más propenso a contraer diferentes enfermedades.

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