Neurociencias

¿Qué es y cómo actúa la Dopamina?

¿Qué es y cómo actúa la Dopamina?

La Dopamina forma parte de los numerosos neurotransmisores que participan en nuestro sistema nervioso central. Está involucrada en multitud de funciones cerebrales y fisiológicas. Pertenece a la familia química de las catecolaminas que se encuentra distribuida en diferentes regiones, pero tiene mayor concentración en la corteza pre-frontal cerebral, que se encarga de la toma de decisiones y en el hipocampo, que se encarga de muchas funciones.

¿Cómo actúa dopamina?

La dopamina participa en múltiples funciones cerebrales, como ser:

  1. El aprendizaje y la memoria.
  2. La motivación y de sensaciones placenteras.
  3. El sueño.
  4. El estado de ánimo.
  5. La atención.
  6. La actividad motora.
  7. La regulación de la secreción de la prolactina durante el embarazo, para la creación de la leche materna.

Debido a que está involucrada en una gran cantidad de procesos, una alteración en los niveles normales de este neurotransmisor puede tener consecuencias negativas. Niveles bajos de dopamina se asocian con dificultad para estudiar, ya que estos influyen en nuestra capacidad de mantener el foco de atención y en la memoria. Por otra parte, niveles elevados de dopamina se relacionan con la hiperactivación motora y aparición de tics y movimientos innecesarios característicos de enfermedades como el Parkinson.

La dopamina nos ayuda a sentirnos con energía y a la memorización a corto plazo, lo que influye en la capacidad de retener la información. En este sentido, la dopamina podría estar relacionada con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Algunas investigaciones apuntan en esta línea vinculando el trastorno de la atención con la disminución de receptores de dopamina.

Existen diversos estudios que asocian los síntomas positivos de la esquizofrenia, como delirios y alucinaciones, con el aumento de los receptores de dopamina. Por lo que muchos antipsicóticos funcionan como inhibidores del funcionamiento de estos receptores para que desaparezcan parte de los síntomas.

La dopamina está ligada al placer, ya que se encarga de que tengamos esa sensación de alegría (ya sea por ir a disfrutar de un concierto, salir a bailar, hacer un deporte que nos gusta, etc), y que nos mantengamos motivados para continuar realizando estas actividades.

Lamentablemente, existen sustancias y drogas como la cocaína, las anfetaminas o la nicotina que incrementan la trasmisión dopaminérgica en áreas cerebrales límbicas, involucradas en la generación de emociones, que confunden a nuestro organismo. La alteración de la actividad dopaminérgica de estas sustancias nos hace experimentar placer de manera “artificial”, y su consumo termina alterando nuestro organismo en su totalidad (nuestra mente y nuestro cuerpo).

También, cabe destacar que como la dopamina es un neurotransmisor del placer, también se la relaciona con la tristeza y la depresión. Una carencia de actividad dopaminérgica hace difícil que consigamos disfrutar incluso de aquellas cosas que más nos gusten. A esto se le conoce como anhedonia.

La melatonina, la hormona del sueño, necesita que se segregue dopamina para su regulación. La dopamina junto con el cortisol y la noradrenalina, se encargan de regular los cambios en la actividad cerebral en la función del ciclo de sueño-vigilia. La dopamina durante el día es la encargada de inhibir la producción de melatonina, lo que contribuye a que nos despertemos sin la sensación de cansancio. Cuando los niveles de dopamina disminuyen, tendremos la sensación de estar cansados durante todo el día. Por el contrario, unos niveles elevados de dopamina pueden contribuir a la aparición de insomnio al inhibir la aparición de la hormona del sueño.

En la enfermedad de Parkinson se produce una disminución progresiva de las neuronas y neuro receptores, lo que conlleva la aparición de rigidez, movimientos lentos y temblores. La levodopa −un aminoácido precursor de la dopamina− es uno de los medicamentos utilizados para aumentar los niveles de dopamina, permitiendo restablecer el movimiento normal en las personas con Parkinson. Sin embargo, cuando se establece un tratamiento para aumentar los niveles de dopamina es preciso tener en cuenta que ésta juega un papel en la adicción y el control de impulsos.

Cómo mantener la dopamina en niveles adecuados

El estrés, cuya hormona es el cortisol, influye en la actividad dopaminérgica. Las actividades que pueden contribuir a mantener unos niveles adecuados de dopamina son todas aquellas que disminuyan el estrés, como ser: practicar un deporte, realizar alguna actividad física, practicar yoga o pilates, meditar, llevar a cabo actividades que posean un componente social.

Poder dormir y descansar bien, tener una dieta saludable rica en alimentos vegetales y antioxidantes pueden contribuir muy positivamente al mantenimiento de los niveles fisiológicos óptimos de dopamina.

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