Psicología General

Las consecuencias que tienen las obsesiones

Obsesionarse con algo no nos hace ningún bien. Sin embargo, muchas veces tendemos a darle vueltas a una misma idea, pensamiento o preocupación que no sirve en realidad para nada. Tan solo nos amarga los días.

Al obsesionarse con algo nuestra mente no es capaz de dejar de pensar en ello y esto hace que nuestra productividad baje, ya que los pensamientos rumiantes no nos permiten avanzar. Esta realidad nos provoca un gran desgaste que puede debilitarnos y hacernos mucho daño.

Las obsesiones son mucho más comunes de que pensamos. Sin embargo, el problema radica en que no sabemos lidiar con esto de una manera saludable. Por eso, es importante ser conscientes de si nos obsesionan habitualmente las cosas y cuál es el objeto de nuestras obsesiones. Una vez tengamos esto claro, podemos empezar a observar las consecuencias que esto tiene para conseguir reconducirlas hasta una posible solución.

Cuando algo nos obsesiona, es muy difícil que podamos enfocarnos o conentrarnos en otros asuntos. No importa si estamos trabajando, jugando con nuestros hijos o, incluso, si estamos realizando algún tipo de deporte. Lo cierto es que las obsesiones tienen el gran poder de hacer que una actividad que antes disfrutábamos se transforme ahora en algo que no nos gusta, que nos estorba, o que nos da lo mismo hacerla o no. Por ese motivo, realizar algún tipo de meditación o de práctica como el mindfulness puede sernos de gran ayuda para ver todas esas obsesiones sin juzgarlas y sin permitir que nos afecten en nuestra vida diaria.

La mayoría de los problemas que tenemos tienen una solución. De hecho, es muy posible que, si algo nos obsesiona, siempre haya alguien de nuestro entorno que nos diga una posible salida. Sin embargo, solemos respondernos “es fácil decirlo pero no se puede llevar a la práctica”. Y si alguien nos “marca” una posible salida a un conflicto, también creemos que desde “afuera” se puede resolver pero que nosotros no tenemos esa capacidad. Es verdad que desde otra óptica las cosas se ven mucho más sencillas pero, justamente por eso es importante hablar con otras personas y tomar otras perspectivas sobre la situación que estamos viviendo. Hacerlo, nos permitirá realmente “ver” esa decisión que teníamos ya que haber tomado desde hace tiempo o dar por terminada una relación que nos causaba mucho daño. Retorcerse en pensamientos fatalistas y negativos y sentirse una víctima, no es una opción. Todos somos capaces de tomar decisiones que pueden cambiar las cosas.

Por otra parte, las obsesiones evitan que seamos productivos. No aprovecharemos bien el tiempo que tenemos para dedicarle a nuestro trabajo, a algún proyecto e, incluso, a nuestra familia. La productividad es esencial para no sentir que el tiempo se escapa a través de nuestras manos sin sentido y sin haberlo exprimido totalmente. Podemos terminar una tarea en una hora si somos productivos. Sin embargo, si no lo somos, podemos tardar incluso un día entero o dejarlo incloncluso (“para otro momento”…).

El mundo en el que vivimos ya nos genera suficiente ansiedad y estrés como para que nosotros mismos potenciemos todo esto. Obsesionarse con algo puede convertirse en una constante que puede llevarnos a sufrir depresión. Cuando los pensamientos giran en nuestra cabeza una y otra vez se convierten en rumiantes, ya que no logran encontrar una salida. ¿Hay solución para lo que estamos pensando? Tanto si la respuesta es afirmativa como negativa, la salida es fácil. De nada sirve preocuparse. Hay que empezar a transformar nuestros pensamientos en decisiones y actos. No dejemos que se queden sólo en eso que no nos está sirviendo para nada porque no sólo no es útil, sino que incrementa nuestra ansiedad.

Además, las obsesiones impiden que podamos descansar correctamente. Poder dormir bien es imprescindible para ser productivos y tener energía durante el día. Y, el altamente probable que nos sintamos mal y, que nuestra ansiedad aumente. No importa las horas que durmamos: lo fundamental es que las aprovechemos adecuadamente.

Adoptar nuevas perspectivas o pedirle ayuda a un profesional serán pasos importantes si por nuestra cuenta nos cuesta mucho y no podemos lidiar con todas estas obsesiones que nos terminan limitando en nuestra vida. día tras día.

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