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¿Cómo actúan los psicofármacos?

Las sustancias psicoactivas son sustancias químicas (drogas o psicofármacos) de origen natural o sintético que afectan a las funciones del sistema nervioso central (SNC), es decir, al cerebro y la médula espinal. Entre sus efectos, podemos encontrar la inhibición del dolor, el cambio del estado de ánimo, la alteración de la percepción, etcétera.

Los Psicofármacos se emplean en el tratamiento de las enfermedades mentales. Las causas de las enfermedades mentales todavía se desconocen, pero en algunos casos se ha podido comprobar la existencia de alteraciones metabólicas cerebrales; las mejor conocidas son las relacionadas con los neurotransmisores cerebrales.

Los neurotransmisores son sustancias que se liberan en la sinapsis neuronal y que al actuar sobre receptores específicos intervienen en la transmisión de los impulsos nerviosos. Los más importantes son la acetilcolina, la noradrenalina, la dopamina, la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA). En los estados de hiperactividad y agitación existen habitualmente elevadas concentraciones de neurotransmisores en la sinapsis, mientras que en los estados depresivos su concentración suele estar disminuida.

Algunos reducen la concentración de neurotransmisores en la sinapsis o impiden su efecto bloqueando los receptores sobre los que actúan, esto produce habitualmente una mejoría de los estados psicóticos, especialmente si se acompañan de agitación. Otros psicofármacos aumentan la concentración sináptica de neurotransmisores por diversos mecanismos, y esto se acompaña habitualmente de una mejoría de los estados de depresión. Sin embargo, muchos aspectos de las enfermedades mentales no se pueden explicar únicamente por las alteraciones de los neurotransmisores, por lo que algunos psicofármacos parecen tener otros mecanismos de acción.

Si bien los fármacos se asocian al uso terapéutico y medicinal, las drogas suelen considerarse de uso recreativo. Estas últimas suelen relacionarse con los jóvenes, pero en realidad son consumidas por personas de perfiles muy diversos y de distintas edades. Las sustancias psicoactivas son muy versátiles y poseen un amplio repertorio de efectos. Cabe destacar que algunas sustancias psicoactivas son consideradas drogas y psicofármacos. Un ejemplo es el Xyrem, que como uso médico puede emplearse para el tratamiento de la narcolepsia, pero en los circuitos de ocio recibe el nombre de éxtasis líquido o GHB.

Las sustancias psicoactivas se han estado consumiendo por miles de años. De hecho, hay descubrimientos que indican que llevan consumiéndose desde el año 3000 a.C. Los datos apuntan a que en aquella época ya se tomaban opiáceos. Más adelante, se sabe que lo aztecas hacían uso del peyote y algunos chamanes de sustancias alucinógenas.

Tipos de psicofármacos

Existe gran variedad de psicofármacos y, por tanto, pueden clasificarse de diferentes maneras.

La psicofarmacología ha modificado sustancialmente el pronóstico de las enfermedades mentales. En la actualidad, casi todos los enfermos psiquiátricos mejoran con el tratamiento farmacológico y la mayoría pueden tratarse de forma ambulatoria. Con frecuencia, los psicofármacos sólo consiguen controlar los grandes síntomas o síndromes de los trastornos mentales, como la agitación, la ansiedad o la depresión, pero en algunos casos, parecen conseguir la curación de la enfermedad.

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