¿Qué nos sucede con ese primer vinculo amoroso luego de una separación de pareja relevante? Es realmente un nuevo amor que está “naciendo” o se trata más bien de una “supervivencia” de nivel biológico?
Podemos haber cerrado esta relación importante hace meses, años o inclusive puede que este en proceso, y de repente, aparece alguien. Puede que nos sorprenda, puede que hayamos sido nosotros quienes buscamo el vínculo o puede que estemos aun intentando comprender que pasa con esa -nueva persona- en nuestra vida. Lo interesante a rescatar es que se ha observado ese primer vinculo después de… tiene algunas características similares en mayormente todos nosotros. Si bien es cierto que las condiciones en las cuales nos encontremos desde que esa ruptura se dio cambia mucho la recepción y resultado, hay algunas similitudes en la gran mayoría de los casos. ¡Entonces, le observo y me gusta! O al menos me llama la atención, aparece frente a mis ojos esa nueva persona, que nos despierta internamente aquello que dormimos mientras en el mejor de los casos, -sanábamos- en otros, nos escondimos bajo la alfombra conjuntamente con todo el trabajo personal.
Sin embargo, algo nos alerta que hay una sensación moviéndose, luego de ese tiempo de retiro del mundo emocional, luego de en algunos casos desconexión en otros revolcones fuertes en trabajo personal, “nos sentimos” nuevamente. Aparece un -disfrazado- estimulo externo que no trae a la vida emocional nuevamente, en general ese “retorno” es sorpresivo, intenso, desconcertante, efervescente, entre otras muchas cosas. En la mayoría de los casos con altas dosis de pasión y deseo sexual e, inclusive puede rozar la obsesión y generar adicción al vinculo.
En nuestro inconsciente muchas veces deseamos ser rescatados de un proceso, a veces por que nos sentimos dormidos, otras veces, estancados, otras sin sentido por una onda profunda de re significaciones, en pausas emocionales, inclusive en comas emocionales, donde no queremos ni rozar la coraza emocional. La naturaleza tiene herramientas concretas para traernos a la vida nuevamente y, es que mientras estemos en el cuerpo, somos regidos por nuestros estímulos más básicos de sobrevivencia. No es de extrañar que seamos despertados a la vida a través de la mas fuerte energía que podemos experimentar – la energía sexual- con esto no quiero decir que no estemos experimentando conexiones del orden emocional, sino que una de las principales características de esa primera relación post pareja. Tiene un pulso vital en nuestro camino, el cual cobra protagonismo y tiene claros propósitos.
Las consecuencias y desenlaces pueden ser muy variados, pero seguro que nos saca de donde veníamos estando, la intensidad, como característica central, hace pensar en un chispazo energético de la vida frente a una -depresión biológica- informada a través de los vestigios de una relación anterior dolorosa o difícil de transitar. La verdad es que, al menos en el sentido estricto de lo expresado, a la dimensión biológica no le interesa mucho si seguimos enamorados o no, le interesa la reconexión a la vida, el poder resurgir, y para eso hay una energía premium, infalible, la energía de la vida misma. Eroticemos nuestra existencia en conciencia.