El dolor físico ocasiona sufrimiento emocional, así como a veces ocurre lo contrario. Hay que tomar en cuenta que tal dolor físico no es una experiencia aislada en la vida. Se produce en el marco de determinadas circunstancias, dentro de las que se destaca el estado emocional de la persona que lo padece.
Las típicas respuestas que nacen de la catastrofización ante el dolor son dos:
- Miedo-evitación. En esta respuesta suelen predominar los sentimientos de ansiedad. La aprehensión hacia el dolor físico lleva a rechazar totalmente esta experiencia. Toda señal de dolor se ve directamente como una amenaza al bienestar.
- Afrontamiento pasivo. En este tipo de respuesta suelen predominar los sentimientos depresivos. El dolor físico se aborda como un martirio que se debe padecer y frente al que es imposible responder de manera activa.
En ambos casos, el estado emocional implicado y la actitud frente a la experiencia suelen llevar a que la experiencia de dolor se magnifique. Esta construcción mental lleva a que, efectivamente, el dolor se perciba con mayor intensidad y el sufrimiento sea mucho mayor.
Lo adecuado en estos casos es elaborar una nueva forma de ver la experiencia, que sea más realista y más constructiva para quien padece la sensación. Lo más difícil de vencer es el miedo al dolor. Por naturaleza, todos queremos evitarlo, pero también todos lo experimentamos alguna vez. Si se logra equilibrar la mente y las emociones con toda certeza la experiencia del dolor se volverá mucho más abordable y se podrá sobrellevar mejor.
Para lograrlo, hay varios ejes a tener en cuenta:
- Observación. Conocer el dolor es una vía para abordarlo de mejor manera. Es conveniente respirar y hacerle un seguimiento mental a ese dolor, tratando de precisar la localización y las características del dolor que se experimenta.
- Aceptación. No resistirse a la experiencia podría ayudar a reducir el sufrimiento ocasionado por el dolor y el dolor mismo. La respiración o las medidas paliativas naturales ayudan a sobrellevar ese dolor.
- Comprensión. Informarse acerca de la naturaleza y las propiedades del dolor ayuda a enriquecer la observación y a afianzar la aceptación. Los médicos juegan un papel importante en esto.
- Matizar el enfoque. El dolor no puede convertirse en el único aspecto al que se enfoque la atención. Es importante impedir que invada globalmente la vida y que lleve a que constantemente se piense en este.