Terapias psicológicas hay muchas, pero dejando a un lado sus diferentes perspectivas, enfoques y teorías originarias, todas buscan una mismo objetivo, una misma meta terapéutica: facilitar el cambio hacia el bienestar. Así, en lugar de preguntarnos cuál de estas estrategias psicológicas es mejor o cuál peor, deberíamos preguntarnos primero qué es lo que necesitamos.  Si establecemos esta jerarquía en los interrogantes, por una razón muy sencilla. En muchas ocasiones, cuando una persona toma conciencia de que debe ir a un psicólogo, sigue manteniendo ideas erróneas sobre lo que son las terapias psicológicas.

La clásica imagen del psicoanálisis sigue pesando muchísimo en el inconsciente colectivo. Asimismo, es común que muchas personas no sepan todavía que existen diferentes técnicas, métodos y escuelas psicológicas. Cada modelo utiliza una serie de técnicas distintivas que se ajustarán mejor a unas personas y no a otras. A su vez, tampoco podemos olvidar que muchas de ellas se enfocan en un tipo de objetivo determinado que otras no suelen trabajar. Asimismo, es importante tener siempre presente cuál es el propósito general en el que coinciden todas las terapias psicológicas.

El propio término “terapia” proviene del griego “therapeutikós” y significa “aquel que cuida de otra persona”. Ahora bien, quien cuida es un profesional entrenado y capacitado para tal fin a través de una serie de estudios y prácticas. Su propósito no es exactamente “cuidar”, sino facilitar estrategias adecuadas y herramientas para que las personas puedan por sí mismas alcanzar el equilibrio y el bienestar.

Estamos ante un proceso activo y proactivo entre dos o más personas. Es una relación de trabajo intensa, dura a veces, un viaje de descubrimientos, de creatividad y de dinámicas interpersonales donde no vale quedarse quietos, donde el terapeuta no se limita a dar consejos o directrices sobre lo que su paciente o cliente está obligado a hacer. El objetivo de la terapia es enseñar a ver los problemas como desafíos y no como amenazas.

Tipos de terapias psicológicas

Problemas emocionales, miedos, traumas, crisis personales, problemas de pareja, trastornos infantiles. El motivo que nos mueva a buscar un psicoterapeuta puede ser múltiple; sin embargo, nunca está de más conocer las diferentes estrategias terapéuticas que tenemos a nuestro alcance. Todas ellas, si son llevadas por profesionales competentes, capacitados y bien formados pueden ser efectivas. Sabemos ya que como pacientes o clientes debemos asumir un papel activo; a su vez, es necesario saber qué enfoque utiliza cada terapia psicológica para intuir al menos si ese encuadre terapéutico puede ajustarse a nuestras características y necesidades.

Terapias Cognitivo-Conductuales

Las terapias cognitivo-conductuales se basan en comprender la forma en que las personas pensamos (enfoque cognitivo) y el modo en que nos comportamos (enfoque conductual). El objetivo de este enfoque es enseñarnos que el cambio es posible, pero que para lograrlo debemos aprender primero a mejorar nuestros pensamientos, actitudes y comportamientos.

  • En este tipo de terapia, el especialista buscará identificar los problemas del paciente, sirviendo de guía para a cambiar los patrones de pensamiento disfuncionales.
  • Para lograrlo, se procede a un análisis funcional de la conducta con el fin de averiguar cuáles son los comportamientos “desadaptados”.
  • Una vez identificados, el terapeuta cognitivo-conductual utilizará diversas técnicas para entrenar a la persona en la resolución de problemas, en el entrenamiento de habilidades, en la reestructuración cognitiva, etc. La terapia cognitivo-conductual resulta muy eficaz en el tratamiento de depresiones, fobias, trastornos de ansiedad, procesos traumáticos.

Terapia de aceptación y compromiso

  • La terapia de aceptación y compromiso es eficaz en el abordaje de la depresión.
  • Su objetivo es entrenarnos en la flexibilidad psicológica para mejorar el enfoque de nuestros pensamientos y favorecer el cambio.
  • Se utilizan una serie de ejercicios prácticos con el que reconocer el problema emocional, ver el efecto que tienen sobre nuestros pensamientos y comportamientos y asumir así un compromiso auténtico y pleno con nosotros mismos.

Terapia conductual

  • La terapia conductual es útil en el tratamiento de fobias y adicciones.
  • La terapia conductual, como el propio nombre indica, busca hacernos ver nuestros comportamiento aprendidos o condicionados para ver el impacto que ellos pueden tener en nuestra vida.
  • Una vez identificados, el objetivo es claro: ayudarnos a “desaprender” para “recondicionarnos” hacia actuaciones y comportamientos más saludables e integradores.

Terapia analítica cognitiva

  • Muy útil en tratamientos breves y puntuales (se basa en 12 sesiones) para mejorar determinados comportamientos, pensamientos distorsionados, problemas de conducta…
  • Suele estar implementada en las áreas de salud mental de muchos hospitales.
  • La terapia analítica cognitiva une a terapia cognitiva con la psicología analítica.
  • El objetivo es ayudar al paciente a comprender por qué piensa como lo hace o por qué se comporta del modo en el que lo hace. De esta manera, se le facilita diversas técnicas de afrontamiento para que ponga en marcha el cambio.

Terapia Racional Emotiva-Conductual

  • La terapia racional Emotiva- Conductual de Albert Ellis es útil para el tratamiento de la ira, la ansiedad, las frustraciones, la fobia social, la timidez y las disfunciones sexuales.
  • Su objetivo es resolver problemas emocionales y conductuales mediante un enfoque más directivo, más filosófico y empírico.
  • Se utiliza a la razón y a la racionalidad para que la persona logre tomar conciencia de sus emociones, así como de esos pensamientos destructivos y limitantes. Esos que a menudo están en un plano más inconsciente o automático y que la propia persona no suele identificar por sí misma.
  • Más tarde, el psicoterapeuta facilita estrategias para que el paciente haga uso de pensamientos más constructivos.

Terapias psicoanalíticas y psicodinámicas

Una de las terapias psicológicas más conocidas es sin duda la que responde al modelo teórico que Sigmund Freud hace casi un siglo.

  • La terapia psicoanalítica parte del principio de que en ocasiones los seres humanos manifestamos una serie de conflictos inconscientes que se originan en nuestro pasado, especialmente en la niñez.
  • Gran parte de nuestros problemas son el resultado de impulsos instintivos mal reprimidos en el inconsciente.
  • La finalidad del psicoanalista es facilitar que todos esos conflictos inconscientes asciendan al mundo consciente. Para ello, se hará uso de la catarsis emocional o la hipnosis, facilitando la posibilidad de que los identifiquemos, desnudando esos mecanismos de defensa que la mayoría utilizamos para esquivar el problema original.

La Terapia Psicoanalítica

  • La terapia psicoanalítica es útil para tratar traumas de infancia, fobias y depresiones.
  • Esta terapia explora, tal y como hemos indicado, la mente inconsciente y cómo esta influye en nuestros pensamientos y comportamientos.
  • Sobre todo centra sus esfuerzos en analizar experiencias de la infancia, intentando identificar cómo esos hechos puntuales han impactado en la vida de la persona.
  • Este tipo de terapia suele extenderse mucho en el tiempo.

Terapia interpersonal dinámica

  • La terapia interpersonal dinámica nos ayuda a mejorar nuestras relaciones con los demás.
  • Es limitada en el tiempo y nos facilita poder entender determinados vínculos problemáticos que podemos estar manteniendo con ciertas personas.

La terapia junguiana

La Terapia junguiana o el análisis de Jung es otro de esos tipos de terapias psicológicas especialmente útiles para tratar las adicciones, la depresión y la ansiedad, e incluso para favorecer el propio crecimiento personal.

  • El objetivo de Carl Jung era ahondar en el inconsciente de la persona a través de esos arquetipos inscritos en nuestros sueños e incluso en nuestras expresiones artísticas.
  • Este tipo de terapia se basa en la conversación entre el terapeuta y el paciente donde se busca establecer entre ambos una relación de confianza, de igualdad, apoyo y colaboración.
  • Se realizan análisis de los sueños, pruebas de asociaciones de palabras y actividades creativas donde auto-expresarnos.

Terapias humanistas

Las terapias humanistas están de actualidad. Es un enfoque muy apreciado, útil y uno de los preferidos por los profesionales y personas en general por la gran amplitud de técnicas que utiliza y las estrategias terapéuticas en las que se basa.

El precursor de este enfoque fue Carl Rogers, gran experto en el comportamiento humano, que buscó por encima de todo traer el optimismo a la psicoterapia, favorecer nuestro crecimiento personal y acercarnos hacia el cambio para alcanzar así nuestro máximo potencial humano.

  • En lugar de profundizar en nuestros sufrimientos o traumas, la terapia humanista se preocupa más por facilitarnos alternativas a estos estados. Nos capacita para ser agentes activos de nuestros cambios.
  • Buscan ofrecernos también una visión más esperanzadora de nosotros mismos. Los terapeutas humanistas creen en la bondad del ser humano, en el bienestar y la salud como tendencia natural. Así, el propósito último es por tanto ayudarnos a dejar a un lado esas “desviaciones” que a veces nos alejan de ese punto mágico de equilibrio. para hallar el auténtico sentido de nuestras vidas.
  • En el modelo humanista se valora el presente como momento perfecto para resolver los problemas. El pasado, a diferencia del psicoanálisis, deja de tener tanta importancia.

Terapia existencial

  • La terapia existencial nos ayuda a hallar un sentido, un propósito vital. Lo hace al invitarnos a reflexionar sobre la propia existencia.
  • Facilita el que podamos asumir responsabilidades y nuevos retos personales para alcanzar el éxito.
  • Entiende a las dificultades emocionales, los conflictos internos y nuestros miedos como esas piedras que nos obstaculizan el camino hacia nuestras metas; además, lo hacen en “el aquí y el ahora”.
  •  Los terapeutas existenciales nos ofrecen estrategias para vivir de un modo más auténtico, hallando significados a nuestras vidas y dejando a un lado lo superficial. Al menos, intentándolo.

Terapia Gestalt

El objetivo es trabajar nuestra auto-conciencia para que podamos resolver nuestros problemas con mayor seguridad. El objetivo de los procedimientos que plantea es que dejemos a un lado angustias vitaleles, alcancemos la libertad personal y adquiramos la determinación suficiente para alcanzar nuestro máximo potencial.

  • La terapia gestalt fue desarrollada a finales de los años 40 por Fritz Perls. Asumía por ejemplo que cada persona es un todo, ahí donde un pensamiento, una sensación, una emoción o una acción no podrán darse nunca de forma aislada.
  • El terapeuta procurará siempre que sus clientes se sientan cómodos, que sean partícipes en todo momento para poder ver sus propias resistencias y ser plenamente conscientes de la importancia de sus emociones, pensamientos, ideas, recuerdos…
  • Se usan técnicas creativas que faciliten el auto-descubrimiento.
  • Se anima también a los clientes a tener una responsabilidad consigo mismos y con la propia sociedad.

Terapia Centrada en el Cliente

  • La terapia centrada en el cliente nos ayudará a entender nuestras necesidades para potenciar nuestro crecimiento personal.
  • Estamos ante una de las terapias psicológicas más interesantes dentro de esta área, donde el terapeuta humanista nos ayudará ante todo a clarificar necesidades, a potenciar los valores que nos identifica, a facilitar nuestra aceptación y a trabajar nuestras fortalezas.
  • Asimismo, es importante recordar que estamos ante un tipo de terapia no directiva: el propio cliente, y no el terapeuta, es quien tiene el peso de gran parte del proceso terapéutico.
  • Durante todo el proceso priman tres dimensiones clave: Empatía, Aceptación positiva incondicional y Autenticidad o Congruencia.

Terapia Breve Centrada en Soluciones

  • Como el propio nombre lo indica, la terapia breve centrada en soluciones es limitada en el tiempo y busca cambiar algún tipo de pensamiento disfuncional, mejorar la relación entre parejas o familias o ayudar al cliente a encontrar su equilibrio emocional y social.
  • Así, en lugar de centrarse en las debilidades y limitaciones de la persona, la terapia centrada en soluciones busca potenciar nuestras fortalezas y nuestras posibilidades para ayudarnos a avanzar.
  • La terapia se basa en una serie de preguntas donde se facilita el proceso de reflexión y auto-conocimiento.

Análisis Transaccional

  • Es una terapia muy efectiva para mejorar el bienestar psicológico y facilitar la re-estructuración y el cambio personal.
  • Este enfoque es muy utilizado en muchos hospitales psiquiátricos para el tratamiento de diversos trastornos.
  • Fundada por Eric Berne a fines de la década de 1950, la terapia o análisis transaccional se basa en la teoría de que cada persona tiene tres estados del ego: padre, adulto y niño.
  • El propósito del terapeuta es ayudarnos a que hagamos uso de una personalidad más integradora en base a estas transacciones psicológicas. Así, por ejemplo, el adulto representa el área más racional, el niño se vincula a lo espontáneo y el padre a lo normativo y a lo ético.

La psicología transpersonal

La psicología transpersonal es un enfoque desarrollado por Abraham Maslow en la década de 1960. Su objetivo es ayudarnos a descubrir el auténtico sentido de nuestras vidas, resolviendo necesidades en función de la jerarquía que marque precisamente este sentido. En esta rama de la psicología se enfatizan aspectos como la conciencia, la espiritualidad, el conocimiento interior profundo, la compasión, la fraternidad universal. El terapeuta adquiere aquí un papel muy concreto. Debe tener una mentalidad abierta, gran respeto, inocencia y capacidad para maravillarse. Debe mostrar a su cliente que todo lo que le dice, que todo lo que le comunica es nuevo y es valioso. Así, la metodología utilizada para impulsar este proceso terapéutico tan singular es una combinación de tradiciones espirituales, donde es común que se haga uso de alguna de estas dinámicas: Yoga, Escritura creativa, Visualizaciones guiadas, Meditación, “Encuentro” con nuestro niño interior, Arte simbólico.

Terapias artísticas

Es muy posible que dentro de los diferentes tipos de terapias psicológicas, al gran público le pasen desapercibidos este tipo de enfoques tan catárticos, liberadores y sanadores a la vez. Tal y como hemos señalado al inicio, cuando buscamos algún tipo de estrategia terapéutica, es muy importante identificar qué queremos y qué mecanismo terapéutico puede ir mejor con nosotros. La expresión artística es un canal, un universo de posibilidades donde dar forma a nuestras emociones, donde liberarlas, donde favorecer el auto-descubrimiento y un abordaje diferente a muchos de nuestros problemas.

  • La arteterapia o la psicoterapia artística utiliza herramientas como los lienzos, la pintura o la arcilla para que las personas puedan expresar sus universos internos. De este modo, salen al exterior problemas y conflictos que más tarde pueden abordarse de otras formas. Lo bueno de este tipo de ayudas es que le ofrecen una forma de expresión al paciente que quizás es mucho más natural para él, posibilitando que diga más y se guarde menos.
  • La Dramaterapia: este tipo de terapia hace uso del arte dramático para conferir alivio y favorecer la integración física y emocional. Se hace uso de improvisaciones teatrales o de guiones específicos para que la persona profundice en su universo personal, mejore sus habilidades sociales y adquiera mayor seguridad.
  • Musicoterapia: es un tipo de terapia creativa muy versátil, muy intensa a la vez que sanadora. Los cambios son casi inmediatos, y esto es algo que se puede ver con mucha frecuencia en pacientes con trastornos de espectro autista, con demencias o ansiedad. La persona responde al segundo y experimenta todo un torrente de emociones y sensaciones.

Otro tipo de terapias psicológicas

Terapia familiar o sistémica: es muy útil en grupos de personas unidas por un vínculo familiar. El objetivo es mejorar la propia relación, el estilo comunicativo y esa interacción a veces compleja que empaña la cohesión de ese grupo de personas. Por lo general, la terapia se concentra sobre todo en el “paciente índice”; es decir, en esa persona que presenta algún trastorno clínico o comportamiento problemático.

Terapia interpersonal: es una disciplina terapéutica que busca mejorar la calidad de nuestras interacciones y estilos de comunicación. La creencia fundamental es que muchos de nuestros síntomas psicológicos son fruto de esas interacciones a veces complejas, dañinas o ambivalentes que nos generan una alta ansiedad. A veces, incluso nuestra propia incapacidad para interactuar mejor con los demás intensifica estos estados. El objetivo es pues ofrecernos herramientas para mejorar estas dimensiones.

Terapia psicosexual: el buen profesional nos ayudará explorar, reflexionar y analizar de forma abierta y sincera nuestros problemas sexuales. Muchas veces, tras ellos hay muchos bloqueos emocionales en la pareja que es necesario resolver.

El psicodrama: Es posible que muchos hayamos oído hablar del psicodrama de Jacob Levy Moreno. Aún más, puede que hayamos practicado alguna dinámica en nuestros entornos laborales. Estamos ante un tipo de psicoterapia de grupo donde se aplica la expresión dramática, el juego teatral o el movimiento del cuerpo. Hablamos de herramientas terapéuticas para mejorar así nuestra relación con los demás y nuestra seguridad personal. Es una invitación muy enriquecedora a la espontaneidad que suele dar buenos resultados en las dinámicas grupales.

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