Dan igual los errores que hayas cometido, las veces que te hayan roto el corazón… El mayor error es dejar de intentarlo. Puede que el pasado no se borre y que permanezca ahí, invisible, para avisarte como una luz de alarma cuando las circunstancias sean amenazantes, pero si miras al frente, descubrirás una nueva posibilidad futuro. No hagas que un fracaso en el amor te impida volver a encontrarlo.

Arriesgarse, volver a abrir nuestro corazón cuando así lo sintamos, cuando sepamos que las heridas finalmente sanaron. No creas que el futuro tiene el mismo color, a pesar de que el pasado no se haya ido. Siempre podemos cambiar nuestra visión y adoptar otra perspectiva desde la que observar el mundo. No dejemos de intentarlo, buscar lo mejor para nosotros, aquello que nos hace feliz y cuando lo tengamos, cuidarlos. No hay nada como sentir amor.

Ahora bien, no olvides que solo cuando llevemos encima el pasado resuelto y no revuelto será cuando podamos divisar un futuro mejor. Por eso, es imprescindible que nuestra mochila emocional esté llena de experiencias que nos hagan crecer, en lugar de miedos que nos aten y no nos dejen avanzar. Cerrar las puertas al amor por el sufrimiento experimentado o dejar de confiar en los demás a consecuencia de una traición significa abandonar, rendirse sin más ante las circunstancias. No hay que olvidar que el amor es el mejor antídoto para el dolor.

¿El amor todo lo cura? Puede que no o sí, ¿quién sabe? Pero de lo que sí podemos estar seguros es de que si no lo intentamos, nunca lo sabremos. Si elegimos escondernos, si nos encerramos por miedo a los fantasmas del pasado o por creer que todo el mundo es igual, si convertimos a la desilusión en nuestro modo de vida porque nos lastimaron, difícilmente podremos averiguarlo. Si evitamos el amor por las historias del ayer, de algún modo seguirás manteniéndolas vivas.

Quizás no sea nada fácil. Incluso, cuantas más experiencias negativas acumulemos, nuestra coraza se irá haciendo cada vez más fuerte. Puede que requiera de grandes dosis de fuerza para romperla. Pero no hay que preocuparse: sanar necesita tiempo y cuidados. Lo importante es que lo sepamos, que le prestemos atención y que no nos catiguemos, sintamos culpa o nos limitemos. El tiempo hace que aparezcan nuevas oportunidades, siempre y cuando estemos dispuestos. El amor está ahí. Cada uno sabe encontrarlo a su manera, ya sea en otras personas o en lugares diferentes. De hecho, no hace falta que sea amor por una pareja, el amor a la música también hace creer en un futuro diferente, el amor a los hijos, el amor a los amigos, el amor a viajar. Uno es el responsable de conocer qué amor es el que nos hace ver el futuro de otra manera. 

El amor también implica comprender el pasado. Una vez que lo encontremos y estemos comprometidos a hacerlo crecer, es importante realmente entender que no vale solo con querer, también hay que comprender. Cada persona lleva consigo su historia, de ahí que algunas necesiten más tiempo que otras. El amor no borra, pero te da la oportunidad de pintar algo nuevo y además, con los colores que deseemos. Las huellas del pasado nos acompañan y por ello, nos hacen ser quienes somos ahora. En ti está la posibilidad de darles un nuevo sentido y sacarles provecho. No olvides que gracias a ellas podrás construir nuevas experiencias. No dejemos que el pasado sea el único que nos defina, hay que darse nuevas oportunidades, y sentirse con la total libertad de volver a intentarlo. Puede que el amor no borre lo que hemos vivido, pero seguro que nos proporciona un nuevo sentido para el futuro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *