En la cotidianidad de nuestra vida, cualquiera de nosotros puede tener una experiencia abrumadora, aterradora, y que escape a nuestro control. Lo importante es que como primera medida es necesario que destaquemos para entender de que se trata este síndrome, es de lo impredecible, de lo inesperado.

A partir de sufrir un accidente con el auto, ser víctimas de un asalto, o simplemente, causales testigos de un accidente. Los policías, bomberos y trabajadores de ambulancias son más propensos a tener tales experiencias, ya que a menudo tienen que hacer frente a escenas horribles. Por esta razón como dije antes lo inesperable es lo mas destacado.

La mayoría de las personas, con el tiempo, superan experiencias de este tipo sin necesidad de ayuda. Sin embargo, en algunas personas, las experiencias traumáticas desencadenan una reacción que puede durar muchos meses o años.

Esto se conoce como Trastorno por Estrés Postraumático, o TEPT para abreviar, ocasiones en que pueden aparecer este síndrome:

• Lo sufren personas que han experimentado negligencia grave o abuso tanto de adulto como de niño en repetidas ocasiones.
• Las personas que sufren violencia reiterada o abuso grave en la edad adulta, como la tortura o el encarcelamiento abusivo.
• Cuando se está en peligro, es natural sentir miedo. Este miedo provoca muchos cambios en el cuerpo, que en fracciones de segundo se prepara para defenderse contra el peligro o evitarlo.
Esa respuesta de “lucha o huida” es una reacción sana que aparece con la intención de proteger a la persona de cualquier daño o riesgo percibido.
Pero en el trastorno de estrés postraumático (TEPT), esta reacción se cambia o se daña. Las personas que tienen trastorno de estrés postraumático se sentirán estresadas o asustadas incluso cuando ya el peligro no está presente.
• El trastorno de estrés postraumático se desarrolla después de una experiencia aterradora que involucra daño físico o la amenaza de daño físico.
Un acontecimiento traumático es aquel en el que nos vemos en peligro, en el que hay una amenaza para nuestra vida, o aquel en el que vemos como otras personas mueren o sufren heridas.
Algunos acontecimientos traumáticos típicos serían:
• los accidentes de tráfico graves
• un atentado
• un ataque personal con violencia (agresión sexual, ataque físico, maltrato, robo, atraco)
• ser tomado como rehén
• catástrofes naturales o de origen humano
• ser diagnosticado con una enfermedad potencialmente mortal.

EL TEPT puede iniciarse incluso tras conocer una lesión inesperada o la muerte violenta de un familiar o de un amigo cercano. La persona que desarrolla el TEPT puede haber sido directamente afectada. En otras ocasiones el daño puede haber ocurrido a un ser querido, o la persona puede haber sido testigo de un evento traumático que le sucedió a sus seres queridos o incluso a personas desconocidas.

El estrés postraumático recibió por primera vez una atención clínica relevante en relación con los veteranos de guerra. Mucha gente se siente desconsolada, deprimida, ansiosa, culpable y enfadada después de una experiencia traumática.

Además de estas reacciones emocionales comprensibles, existen tres tipos principales de síntomas, los síntomas pueden aparecer desde los 6 meses hasta los 2 años después de ocurrido el hecho significativo.

  • Flashbacks y pesadillas. Uno puede encontrarse reviviendo el suceso una y otra vez. Esto puede ocurrir en forma de “flashback” por el día o como pesadillas durante el sueño. Estas pueden ser tan reales que uno se siente como si se estuviera viviendo la experiencia de nuevo. Uno puede verlo en su mente, pero también se pueden sentir las emociones y sensaciones físicas de lo que ocurrió: miedo, sudoración, olores, sonidos, dolor.
  • Eventos cotidianos pueden desencadenar flashbacks. Por ejemplo, si usted tuvo un accidente de coche con lluvia, un día de lluvia podría provocar un flashback.
  • Evitación y embotamiento. Como puede ser terrible revivir su experiencia una y otra vez, uno tiende a distraerse. Se puede mantener la mente ocupada en un hobby, trabajando muy duro, o pasando el tiempo absorto en crucigramas. Se evitan los lugares y a las personas que le recuerdan el trauma, y se trata de no hablar de ello.

Uno puede lidiar con su dolor, tratando de no sentir nada en absoluto, consiguiendo casi una insensibilidad emocional. Puede comunicarse menos con otras personas a las que, entonces, se les hace difícil vivir o trabajar con usted.
Estando “de guardia”. Uno se encuentra estando alerta todo el tiempo, como si estuviera buscando el peligro. No puede relajarse. Esto se llama “hipervigilancia”. Puede sentirse ansioso y que le cueste dormir. Otras personas pueden notar que se está nervioso e irritable.

Las reacciones emocionales al estrés están acompañadas frecuentemente de:

  • Dolores musculares
  • Trastornos digestivos
  • Palpitaciones
  • Dolores de cabeza
  • Sentimientos de pánico y miedo
  • Depresión
  • Consumo excesivo alcohol
  • Uso de drogas (incluyendo analgésicos).
  • Falta de libido sexual
  • Trastornos del sueño
  • Trastornos en la alimentación.

Los síntomas son variados, las razones que lo provocan también. Cada uno es único, nos puede afectar de forma diferente, pero el padecimiento es tan grande que quien padece este trastorno, la vida se reparte en un antes y un después.
Buscar ayuda psicológica es fundamental para quien lo esta padeciendo y para las personas rodean a quien lo padece.

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