Los seres humanos deben parte de su comportamiento a las emociones, ya que reaccionan a ciertos estímulos dominados o influidos por ellas. Si sos de los que piensan con frecuencia en el futuro y te preocupás por ello, es muy probable que te enfrentes a la incertidumbre emocional.

Para no dejarte dominar por sentimientos que afecten tu bienestar psicológico tenés que aprender a manejar tus emociones y a entender que no todo está bajo tu control. Aceptar y no reprocharte por las cosas que están fuera de tu control te ayudará a sentirte mejor y a controlar ese malestar que te invade ante la incertidumbre.

El temor es una de las emociones que pueden atormentarnos y aparece cuando existen cambios imprevistos que no se tenían en consideración. Durante el trascurso de la vida, el camino es desconocido y hay variables que no pueden ser controladas y, eso nos llena de dudas. Esta sensación se denomina incertidumbre emocional porque la situación es incierta y uno/a debe afrontar lo que desconoce. Aquí se pone a prueba la confianza de la persona en sí misma y en otras.

La incertidumbre puede generar emociones que nacen del temor, el estrés y preocupación, y si no se controlan pueden ocasionar enfermedades mentales. Para controlarla, podemos aplicar lo que se conocemo “inteligencia emocional”, una habilidad para percibir, asimilar y comprender tus emociones y las de los demás. Cuando uno se sienta acorralado, sin salida o con miedos por la incertidumbre, se pueden llevar adelante acciones que ayudan a supera esta fase. Lo importante es tomar las acciones correctivas y disfrutar la vida alejando el estrés y ansiedad del camino.

Cómo podemos superar la incertidumbre emocional

La clave es ACTUAR. No debemos quedarnos esperando que algo suceda o que nuestros miedos mayores se vuelvan una realidad.

  • Ejercitarse: Practicar un deporte ayuda a disminuir los niveles de incertidumbre. La mente puede controlar el cuerpo y el miedo se apodera de uno si lo permitimos. Mediante el ejercicio, podemos ocupar nuestra mente en otras actividades y no pensar en lo que nos perturba. El cuerpo libera endorfinas que permiten que el cerebro funcione de manera óptima. Eligir aquella actividad física que nos brinde más placer o que más nos guste. Puede ser: correr, caminar, anda en bici, patinar, realizar un deporte, etc.
  • Despreocuparse pero ocuparse: La preocupación puede invadir nuestra mente, pero se debe trabajar en disminuir esos niveles de incertidumbre emocional. Sí algo nos aqueja, hay que pensar en la manera de resolver el problema y buscarle una una solución. Al principio, es común que los problemas nos perturben y paralicen a la mente pero la clave es actuar ante ellos. La solución es ocuparse buscando las respuestas necesarias y afrontando la situación estresante con actitud positiva. La queja es común en momentos de incertidumbre, pero la carga negativa empeora la situación y no soluciona el problema.
  • Buscar un hobby: Todos tenemos uno : el arte, leer, bailar o cualquier actividad recreativa en la que somos buenos. Al descubrir nuestro pasatiempo, hay que hacer foco en él y disfrutar lo que hacemos. Debemos regalarnos este tiempo para nosotros mismos, sin que nada ni nadie nos moleste. Las actividades recreativas nos desconectan por un momento aunque eso no quiere decir que los problemas se alejan y se vayan pos su cuenta. Sin embargo, sí crea un momento de esparcimiento y mantiene la mente ocupada en otra actividad, lo que disminuye la sensación de incertidumbre emocional.
  • Tener proyectos: Cuando atravesamos una situación de dudas, enfocarse en los proyectos es una manera de lidiar con esa sensación de temor. La mente, al mantenerse ocupada en los proyectos laborales, académicos y personales, se centra en cumplir las actividades planteadas. La incertidumbre agobia a las personas y puede estancarlas en sus proyectos a corto, mediano y largo plazo.
  • Alejarse de la rutina: La rutina agota y encierra al individuo en la incertidumbre emocional si algo no sucede como lo acostumbrado. Salir a socializar con amigos, familia o nuestra pareja, ayuda a no pensar en el temor a aquello que no podemos controlar. Ir al cine, salir a comer, caminar, visitar lugares desconocidos o simplemente conversar, son formas de atacar a la inseguridad.
  • Divertirse: no hay pensar mucho en lo que pasará en un futuroni en cómo los cambios repentinos podrían afectar nuestra vida. Hay que vivir el presente y afrontar las situaciones que traiga consigo. Pensar en el pasado te estanca y pensar en el futuro te creará una realidad que no existe. Vivir el presente es la clave para afrontar la incertidumbre; es una situación que pasará y nos dejará lecciones al superar los obstáculos con fortaleza y actitud positiva.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *