La autodisciplna es fundamental para desarrollar nuestros talentos y, aún más, para superar sus limitaciones. En este sentido, la autodisciplina puede ser la diferencia entre una persona medianamente talentosa que hace algo increíble con su vida y una persona naturalmente talentosa que apenas le saca partido a su potencial. Muchos tratan a la gente de talento como gente con suerte, como si fuera algo que toca sin más. Pero sin esfuerzo, el talento sirve de poco. Es necesario ser disciplinado para llevarlo más allá, para estar preparado física y mentamente para desarrollarlo, y para saber administrar los beneficios que con él obtenemos, entre otras muchas cosas.

Mucha gente con talento piensa que no tiene que hacer nada, que el éxito llegará solo. Pero la vida no es una sala de espera en la que se pueda estar perdiendo el tiempo mientras te toca el turno.Todo se puede desarrollar más: no basta con ser bueno, ni siquiera con ser el mejor. La cuestión es: qué voy a hacer cada día para ser mejor que yo mismo.

Algunos consejos de autodisciplina que colaboran para desarrollar las capacidades de cada uno:

  • No esperar que llegue la “inspitación”

Mucha gente cree que es necesario sentir la llamada de la inspiración o la necesidad de hacer algo para hacer las cosas. El talento es natural y, por lo tanto, muchas veces pensamos que su desarrollo debe responder a una llamada de la naturaleza o algo así. Pero hay que ser más prácticos y mucho menos viscerales. No es cuestión de que desees algo o no, de que te sientas bien o no, o de que haya beneficios económicos o de otro tipo de por medio. Si buscás  desarrollar tu talento tenés que establecer qué debés hacer y cuándo, y hacerlo. No pienses: ejecuta.

  • Terminar lo que se empieza

Si te compromometiste con vos mismo a lograr algo para lo que sentís que tenés talento, hay que ser honesto consigo y no dejar que la pereza o las influencias externas te ganen de mano. Solo tus acciones demostrarán lo genuino y lo bueno que eres. Hay que poner el foco en el resultado, y no dar tantas vueltas a los qe se tiene qie llevar adelante. Racionalizar las circunstancias te permitirá encontrar un motivo para echarte atrás (así es la razón, interesada en encontrar la vía más cómoda para lo que le parece). No hay excusas. Es imprescindible buscar la manera de mantener tus compromisos. Éstos deben ser “innegociables”, tan innegociables como dormir por la noche y desayunar por la mañana.

  • NO a las excusas ni a la trivialidades

¿Cuántas veces ponemos excusas para no plantearnos en serio desarrollar nuestro talento o para no hacer un día lo que tenemos que hacer?

  • Temor a parecer un exagerado obsesivo con algo
  • Dejar las cosas para cuando vengan tiempos mejores (en todos los sentidos)
  • Pensar que se hizo tarde, que al día siguiente habrá más tiempo
  • Dejarse influir por la actitud de los demás o ponerlos como excusa para no tomar acción en un momento determinado
  • Pensar que a nadie le importa y que, por lo tanto, no merece la pena

Es fundamental dejar todo esto a un lado y pensar en positivo, en que superar las dificultades nos hacer más fuertes, nos hace mejores. Lo único que debe importarnos es lo que nosotros pensamos de nosotros mismos.

En cuento a las trivialidades, éstas ocasionan ansiedad y sentido de culpa, y van a nublar tu perspectiva. Asique, lo conveniente es alejarse de ellas porque para lo único que sirven es para poder las coas más difíciles.

  • Ponerse metas

Las metas nos ayudan a elevar el nivel de eficacia, a obtener una motivación extra. Por ejemplo, si tocas un instrumento, una audición, un concierto o la grabación de un disco son una meta importante. Si escribes, ponerte una fecha límite para publicar un libro es también una fuente importante de motivación. Si entrenas para ponerte en forma, buscar carreras en las que participar, aunque sean carreras populares, te ayudará a tomarte más en serio tus entrenamientos. En general, los plazo nos ayudan a sentirnos más activos, más motivados, más importantes; le dan un carácter de urgencia y necesidad a lo que hacemos.

  • Ignorar las críticas

La mayoría de estas críticas o comentarios son fruto de la envidia, de la ignorancia y de la falta de ilusión y metas de quienes lo dicen. Estos detractores son baches en el camino. No tenés por qué exponerte a ellas. No dejés que las burlas, las ironías y el sarcasmo mal intenciondado, así como cualquier comentario negativo de los demás te afecten y te quiten la energía.

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