Cuando nos preguntamos “¿quién soy yo?” y no lo tenemos claro, es relativamente frecuente sentir un malestar ligado a la incertidumbre y a la sensación de que nuestras vidas está a la “deriva”. En estos casos podemos estar inmersos en una crisis existencial, porque conocerse a uno mismo es una forma de ser realista, una manera de tener los pies en el suelo, de saber hacia dónde queremos dirigirnos y de conectar con nosotros mismos. El autoconocimiento es una de las claves del desarrollo personal y, a la vez, es uno de los principios básicos para poder regular las emociones, relacionarse con los demás y luchar por nuestros objetivos.

El autoconocimiento es clave para el bienestar psicológico de las personas, puesto que aquellas que se conocen mejor saben lo que quieren en la vida, no solo en los grandes proyectos sino en las cosas cotidianas de la vida. Y, es que las personas que se conocen bien saben gestionar mejor sus emociones incluso en los momentos de mayor dificultad. El mundo que les rodea puede desestabilizarse, pero no así su mundo interior. De hecho, uno de los conceptos de la Psicología que mayor repercusión ha tenido en las últimas décadas es la Inteligencia Emocional, y el autoconocimiento es el punto de partida para poder convertirse en una persona emocionalmente inteligente. Conocer las propias emociones y saber qué significado tienen para nosotros está íntimamente relacionado con la autorreflexión y la mejora de la salud mental.

El autoconocimiento también es clave en el desarrollo personal, porque nos ayuda ponernos metas realistas y permite saber en qué lugar de nuestra trayectoria vital nos encontramos. Nos ayuda a planificar porque también nos permite conocer los movimientos y las acciones que debemos hacer para llegar a donde deseamos. Es por eso que los expertos en desarrollo personal ayudan a sus clientes a conectar consigo mismos y descubrir qué es lo que les motiva y cuáles son sus deseos para gozar de una mayor felicidad.

El autoconocimiento también es esencial en algunas etapas de la vida, porque si no sabemos quiénes somos, la confusión no nos permite ver el futuro con claridad. Mejorar el autoconocimiento es el punto de partida para mejorar nuestro bienestar general.

¿Qué podemos hacer para mejorar el autoconocimiento?

1. Escribir un diario: esto puede ayudarnos a conocernos a nosotros mismos. Es bueno porque nos hace pensar qué es lo que hemos hecho durante el día, y puede ayudarnos a entender cómo nos hemos sentido. Pero, además, si volvemos a leer lo que vamos escribiendo, puede aportarnos feedback sobre cómo somos. Existe un tipo de diario que se llama “diario emocional”, que está destinado precisamente a mejorar el autoconocimiento de nuestras emociones. Este tipo de diario consiste en escribir cómo nos hemos sentido a lo largo de la jornada, es decir, que no solamente se escribe lo que nos ha pasado, sino que es necesario reflexionar sobre nuestros sentimientos y emociones. Para llevarlo a cabo, podemos hacerlo durante 10 minutos justo antes de acostarnos. No nos lleva mucho tiempo, y puede hacernos más emocionalmente consciente.

2. Anotar nuestras virtudes y defectos: podría parecer que todos nos conocemos, pero en realidad, son muchas las personas que nunca han reflexionado sobre sus virtudes y defectos. De hecho, hay personas que van a una entrevista de trabajo y cuando el reclutador les pide que se describan o que resalten sus puntos fuertes o débiles se quedan en blanco. Para evitar esto y conocernos mejor, podemos ir escribiendo en una lista nuestras virtudes y nuestros defectos, porque nos hará pensar sobre quienes somos y sobre las cualidades que tenemos. Esto también puede ser útil a la hora de buscar trabajo o decidir qué estudios podemos cursar. Hay que tener en cuenta que no hay un modo objetivo de hacer bien esta tarea, asique no debemos obsesionarnos: el mejor juez sobre este tema es uno mismo.

3. Anotar nuestras pasiones: también es interesante valorar cuáles son nuestras aficiones y pasiones, es decir, qué actividades o trabajos nos hacen sentir en “estado de flow” cuando los practicamos. Conocer nuestras pasiones puede ayudarnos a mejorar nuestra automotivación y nuestra felicidad.

4. Realizar la rueda de la vida: se trata de una técnica de desarrollo personal que consiste hacer un círculo y elegir 10 áreas de tu vida que quieras cambiar o mejorar. La rueda de la vida te invita a reflexionar sobre los diferentes aspectos que forman parte de tu vida: tus amistades, familia, trabajo, ocio, etc. También, te hace reflexionar sobre tus prioridades, puesto que una vez que elegiste los puntos de tu vida que considerás fundamentales, debés asignarles un número en función del orden de preferencia. Después, podés comenzar a escribir las acciones que llevarás a cabo para transformar tu vida. Esto te permite conocer tu presente pero también saber qué futuro querés.

5. Pedirle a un amigo muy cercano que nos describa: muchas veces pensamos que nos vemos igual que los demás nos ven y no siempre es así. A veces, los demás nos ven de otra manera y esto puede ser chocante. Por eso, podemos pedirles a nuestros amigos que nos describan cómo nos ven. Así podemos hacernos una imagen más realista de lo que proyectamos.

6. Asistir a un taller de Inteligencia Emocional: la Inteligencia Emocional, es uno de los paradigmas más importantes de la psicología en los últimos tiempos, y la gestión de las emociones es importante no solo para la higiene mental de las personas, sino también para intervenir sobre el rendimiento y el éxito en la vida. Es por eso que, para mejorar el autoconocimiento, una buena idea es asistir a un curso o taller de Inteligencia Emocional que nos aporte una serie de herramientas para conocernos mejor y relacionarnos mejor con nuestras propias emociones.

7. Practicar Mindfulness: otra práctica que mejora la gestión emocional es el Mindfulness o Atención Plena, que consiste en mejorar la autoconciencia y la capacidad atencional y permite aprender a estar en el presente con una mentalidad no enjuiciadora, de aceptación, compasión y de apertura a la experiencia.

8. Optar por el coaching: el coaching también ha mostrado ser eficaz para mejorar el autoconocimiento, planificar mejor las metas que queremos perseguir y empoderarnos frente a la vida, con una visión más realista y adaptativa. Por lo tanto, es posible contratar los servicios de un psicólogo especializado en este ámbito que nos acompañe en el proceso de descubrimiento personal.

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