El holismo en psicología es un término que sugiere que, como un todo, las personas son mucho más que la suma de sus partes. La psicología holística es un enfoque que, al contrario que el reduccionismo, considera a las personas como mucho más que la suma de sus partes. Trabaja en enfocar su observación en cómo todas las partes de cada persona trabajan juntas, no pudiendo disociar sus funciones en determinados procesos. Para comprender los motivos que nos empujan a pensar o comportarnos de una determinada manera, la psicología holística apuesta por estudiar a la persona en su totalidad, en lugar de hacerlo en un solo aspecto del problema.

Son muchos los factores que interactúan e interfieren entre sí para influirnos o condicionarnos y este es el aspecto que el holismo rescata para intentar comprender el curso de un caso o problema. Un ejemplo muy claro lo encontramos en el propio cerebro. Sabemos que contiene millones de neuronas, pero observar cada una de ellas por separado no nos dirá lo que puede hacer el cerebro en su conjunto.

La psicología holística es especialmente atractiva por su capacidad para dar soluciones donde otros enfoques reduccionistas no llegan. Evalúa de qué manera nos ha influido nuestro pasado, cómo vivimos nuestro presente y cómo afrontamos el futuro.

Cuando consideramos a las personas de manera integral podemos abordar muchos de los aspectos que influyen en cómo se siente una persona, tanto mental, como física y socialmente. En realidad, se trata de dar un paso hacia atrás para poder ver la foto completa. Es ganar perspectiva en cuanto al conocimiento que tengamos de esa persona. La psicología holística no ve solo los árboles, lo que busca es un plano de todo el bosque.

Se adopta un enfoque holístico cuando se considera cómo diferentes factores trabajan e interactúan juntos y cómo este conjunto puede afectar al comportamiento o al estado emocional de la persona. En este sentido, las variables que se manejan son muy heterogéneas. Van desde el lugar y las personas con las vive, su trabajo, sus antecedentes profesionales y educativos, sus conexiones sociales, su interacción en grupos, su salud y su percepción de bienestar y de estrés. Así, encontramos que la observación de la persona no queda relegada tan solo al análisis de sus síntomas.

En comparación con otros enfoques más reduccionistas, la psicología holística tiene muchos puntos que la identifican como uno de los mejores enfoques para la intervención. Al incorporar muchos factores al estudio, las posibilidades de encontrar el origen del problema aumentan.

Inconvenientes de la psicología holística

El enfoque holístico puede resultar difícil de manejar en algunos casos, de la misma forma que no pueda ser aplicado por muchos profesionales. Muchas veces, al incrementar el espectro de análisis, también se aumenta la demanda de recursos que hay que destinar al mismo. En cualquier caso, este enfoque ayuda a encontrar soluciones más precisas y potencialmente mejores, conjugando la intervención en diferentes planos. En muchas ocasiones, pagando el precio de aumentar el tiempo de análisis y evaluación, termina ofreciendo intervenciones mucho más ricas y que proyectan cambios más estables.

En algunos tipos de problemas, es aconsejable centrarse en un aspecto en concreto para poder así encontrar una solución. En este sentido, la psicología holística puede dificultar esa precisión. En especial, cuando se trabaja en investigación, las variables que se manejan deben estar claramente definidas. Es por esto, que la psicología holística no siempre es compatible con el método científico.

Escuelas de pensamiento holístico

Dentro de la psicología y a través de su historia encontramos varias escuelas de pensamiento que han adoptado este enfoque holístico. Entre ellas están:

  • La psicología Gestalt, que defiende firmemente que la conducta humana debe observarse como un todo.
  • La psicología humanista, que surgió en como una respuesta parcial al reduccionismo de la escuela conductista y la psicoanalítica.
  • La psicología social, que incorpora este enfoque holístico al contemplar en conjunto aspectos ambientales, sociales, emocionales y grupales.

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