Tener que hacerle frente al cansancio emocional es algo muy común, sin importar quiénes somos y qué es lo que hacemos. Este tipo de cansancio se debe a que tenemos la capacidad de pensar y establecer nuestras experiencias de vida. Aprender a aceptar nuestras circunstancias y dejar fluir todo a nuestro alrededor puede ser una de las mejores formas de evitar el cansancio emocional que nos provoca el querer tener todo bajo control.

Todos somos emocionales y, experimentamos emociones negativas o positivas durante el transcurso del día. Estas pueden permitirnos evolucionar o estancarnos, según la forma en que las enfrentemos. Cada experiencia nos genera un sentimiento cuando le prestamos atención y nos hacemos conscientes de él. Si todo esto te trae energía negativa, es muy posible que tengamos problemas para mantenernos sanos y en paz. Lo ideal es que aprendamos a soltarlas para mantener nuestro bienestar y equilibrio.

Para tomar el control de nuestras emociones primero tenemos que tomar consciencia de ellas. Aprender a respirar profundo y entender qué estamos experimentando antes de expresar cualquier opinión o juicio. Con este pequeño ejercicio permitimos que el oxígeno entre en nuestro cuerpo y podamos combatir el cansancio emocional. Si lo practicas con regularidad lograrás armonizar tu mente, alma y cuerpo. Lo mejor es que nuestras relaciones interpersonales también se verán beneficiadas.

Otra forma de combatir el cansancio emocional es aprender a querernos. Esta emoción debe ser muy honesta, pero también total. Es decir, debemos amar a la persona que somos en este momento aunque existan cosas que no nos gusten de nosotros mismos. Suele ser usual observar a muchas personas que se pasan la vida con un pensamiento negativo, criticándose por su aspecto físico o por lo que no tienen o les falta conseguir. Lo común es que terminen completamente drenadas de energía sin saber cómo continuar y ser felices. La mente está siempre preocupada, haciendo ruido y buscando el porqué de las cosas pero es necesario que, por encima de todo, nos demostremos amor a nosotros mismos y dejemos afuera cualquier crítica externa. En caso de que los motivos por los que nos cuesta tanto aceptarnos tengan que ver con manipulación, violencia, agresividad o, con mensajes negativos que hemos recibido en nuestro pasado, lo mejor es hacer terapia porque no podremos resolver este clase de conflictos sin ayuda. Hay varias opciones y el resultado es sorprendente.

Otra forma de vencer el cansancio emocional es reflexionar sobre nuestras acciones y desarrollar habilidades y talentos que nos permitan conectar con nosotros mismos. Tenemos que observarnos, ser consciente de lo que pensamos y lo que esos pensamientos nos hacen sentir o las acciones que nos llevan a tener esas emociones. Cuando nos observamos, traemos a nuestra consciencia nuestras cualidades y fortalezas. Es bueno poder descubrir o recordar las cosas que nos apasionan y que nos impulsan a ponernos en marcha. Esto permitirá entender qué es lo que nos hace falta para desarrollarnos, avanzar y alcanzar nuestras metas dejando a un lado la ansiedad, el miedo y la desconfianza.

Otra manera importante para dejar el cansancio emocional a un lado es ser agradecido/a. Una de las principales causas de esta clase de cansancio es quejarnos todo el tiempo por lo que no tenemos, por aquello que deseamos tener o, porque lo que ya tenemos no nos gusta. Si queremos recuperar nuestra energía hay que cambiar la queja por el agradecimiento. Cambiar la perspectiva influye en nuestras emociones. Incluso si nuestra vida tiene más cosas “malas” que “buenas”, siempre hay que buscar aferrarse a las buenas, buscar lo positivo, siempre que sea posible. ¿Cuándo fue la última vez que les dijimos a nuestros hijos/as que los amamos, los abrazamos o besamos?  ¿Cuándo hemos agradecido a nuestros amigos/as por estar a nuestro lado? Parecen actos insignificantes, pero cuentan mucho en tu vida.

Otra causa del cansancio emocional es ir por la vida actuando por reflejo y no por pasión. La realidad es que uno/a es capaz de lograr cualquier objetivo si nos lo proponemos. Pensar en lo que fue o en lo que no logramos ser nos resta energía y bienestar emocional. En lugar de eso, lo mejor es buscar un propósito positivo y enfocar nuestra energía en ello. Esto requiere que trabajemos en descubrir nuestros talentos y desarrollar otros que nos coloquen en el lugar que deseamos. Es posible que se sienta miedo, inseguridad y confusión pero, si logramos vencerlos, alcanzaremos la felicidad.

Tampoco hay que buscar tener el control de todo a cada minuto. La vida es algo sobre lo que nunca tendremos control absoluto. Cuanto antes entendamos esto y aprendamos a fluir con las situaciones que se nos presentan, antes lograremos ser felices. Una alternativa para combatir el cansancio emocional aprovechando la necesidad de control es ofreciendo ayuda. Si hay alguna situación que te nos está ocasionando grandes problemas, hay que idear y crear un plan de acción para enfrentarla.

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