El cansancio mental o fatiga mental está relacionado con los síntomas prolongados de estrés (sea o no laboral), ansiedad, depresión o el exceso de tareas y la falta de recursos. Este tipo de fatiga es diferente a la somnolencia (necesidad de dormir), aunque la persona siente una pérdida de energía, desmotivación y apatía. Aparece, por ejemplo, cuando una persona sufre el tan conocido síndrome de “burnout” y, llega el momento en que se siente que no puede más, que sus recursos no son suficientes para hacer frente a la situación y llega a su tope mental. La fatiga mental suele asociarse al trabajo, puesto que muchos fenómenos relacionado con este campo pueden provocarlo.

Las causas más habituales de cansancio mental son:

  • Exceso de carga mental: las tareas excesivas requieren que el nivel de atención y concentración sea demasiado alto pueden causar la aparición de este fenómeno. El problema principal se encuentra en la duración de esta situación, que acaba por agotar los recursos de la persona.
  • Factores de la organización: el clima y la cultura empresarial, los compañeros de trabajo o los estilos de liderazgo de los superiores también pueden provocar cansancio mental.
  • Los recursos de cada persona: algunos individuos toleran mejor las situaciones estresantes que otras.
  • Estrés y ansiedad: el cansancio mental también puede aparecer en situaciones de estrés (por ejemplo, estrés post traumático o estrés laboral) o ansiedad prolongada.
  • Trabajos muy mentales: aquellos trabajos con poca implicación física son más propensos a provocar fatiga mental.
  • Depresión: los síntomas de este trastorno incluyen esta forma de fatiga.

El cansancio mental, esa sensación de que se ha llegado al límite y en la que se siente mental y emocionalmente agotada, puede evitarse y superarse. Existen formas naturales de combatir a este fenómeno sin tener que recurrir a fármacos.

  • Una buena alimentación: muchas personas experimentan fatiga mental porque no se nutren como deberían. Esto puede provocar que una persona pierda la concentración y se sienta cansada y agotada mentalmente, pues su organismo no dispone de los nutrientes necesarios para que funcione correctamente. Por eso, es importante comer varias veces al día, preferiblemente 5 veces (es decir, repartirse las calorías necesarias en 5 comidas). La alimentación es especialmente importante en épocas en las que tenemos mucho trabajo. También, es importante tomar carbohidratos, ya que la glucosa es la fuente de energía del cerebro. Alimentarse bien mantiene la mente activa y reduce la fatiga mental.
  • Una buena hidrtación: si alimentarse bien es positivo para mantener unos buenos niveles de atención y concentración, igual de necesario es consumir la suficiente cantidad de agua como para que el cuerpo esté servido. La deshidratación es una de las principales causas de cansancio mental, por lo que es necesario beber al menos 8 vasos de agua todos los días, repartidos a lo largo de la jornada.
  • Un buen dormir: tiene muchos beneficios, y es que cuando no lo hacemos, nuestro cuerpo y nuestra mente lo notan. Por tanto, no hay nada mejor que un buen descanso para prevenir el cansancio mental y estar más lúcido y alerta durante el dia. Los expertos recomiendan dormir 8 horas, pero hay personas que necesitan menos para rendir bien. Tomarse una siesta de 20 minutos al día tampoco es malo, porque nos hace estar más concentrados y activos.

  • Los suplementos: existen diferentes suplementos que son ideales para las épocas en las que tenemos que hacer un esfuerzo mental extra. Algunos ejemplos son: la jalea real, el ginseng o el ginkgo biloba. Esto puede ayudarnos a estar más concentrados y a superar esas demandas extras de algunos momentos de nuestra vida.
  • Ejercitarse: el ejercicio físico es uno de los hábitos más saludables de los que una persona puede disfrutar, pues nos ayuda a sentirnos mejor, mejora nuestra autoestima y nos hace sentirnos más felices porque al practicarlo liberamos diferentes neuroquímicos como las endorfinas o la serotonina. Los estudios científicos muestran que el ejercicio físico mejora nuestra salud tanto física como mental, por lo que debemos destinar 30 minutos diarios como mínimo para practicarlo.
  • Meditar: la meditación es una práctica ancestral que está muy de moda, pues ayuda a hacer frente al ritmo de vida de las sociedades occidentales. Nos ayuda a parar, a conectar con nosotros mismos, a estar en el presente y a tener la mente calmada. Existen diferentes tipos de meditación y todos ellos muy beneficiosos.
  • Practicar yoga: el yoga, igual que la meditación, también es una práctica ancestral que nos ayuda a conectar nuestro cuerpo con nuestra mente. Algunos pueden pensar que es lo mismo que hacer ejercicio físico, pero no es así. Se compone de posturas (asanas), relajación (savasana), meditación (dhyana), respiración (pranayama), kriyas (limpiezas), mudras (sellos energéticos), kirtan (cantos), mantra o rituales.
  • Un buen ambiente de trabajo: solemos pasar muchas horas en el trabajo y, por tanto, un mal ambiente laboral puede terminar generando un exceso de cansancio mental. Y es que cuando uno está a gusto en su trabajo y está tranquilo, uno se siente bien y es más productivo. Cuando este no es el caso, es fácil sentirse mentalmente agotado y estresado.
  • Tomarse días de vacaciones: si vemos que nuestro cansancio mental se ha convertido en agotamiento, entonces es momento de tomarse un respiro largo, porque puede que estemos sufriendo estrés o síndrome de burnout. Es una buena idea tomarse unas vacaciones de fin de semana en la montaña o pasar doso tres días en el campo o en playa. El objetivo es relajarse, dejar que la mente descanse y reponer fuerzas.

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