La inflexibilidad psicológica dificulta el funcionamiento normal y adaptado y es uno de los factores más precipitan o intensifican el sufrimiento. Esta viene definida por seis procesos que forman el lado contrario de los procesos vistos en la flexibilidad psicológica: atención inflexible, quiebra de los propios valores, inactividad o impulsividad, identificación con un yo conceptual, fusión cognitiva y evitación vivencial.

La terapia racional emotivo conductual de Albert Ellis propone que las personas llegan a la depresión por las interpretaciones irracionales que hacen de los acontecimientos que les afectan. El sistema de creencias de las personas es un factor de gran importancia en la explicación de las perturbaciones emocionales y por tanto es uno de los principales puntos que se trabajan en terapia.Las interpretaciones irracionales unidas a la inflexibilidad para cambiar este sistema de creencias, hace que la depresión se mantenga.

El modelo cognitivo de depresión de Aaron Beck propone que los esquemas depresógenos dan lugar a síntomas depresivos cuando incrementa la frecuencia de pensamientos automáticos negativos en respuesta a eventos vitales. Tanto la inflexibilidad psicológica como los pensamientos automáticos negativos son mediadores significativos de la relación entre esquemas depresógenos y síntomas depresivos.

Por ende, las creencias imperativas, inflexibles, avasalladoras, autoderrotistas, se hallan vinculadas a patrones de acción, emoción e interpretación exagerados y dogmáticos que funcionan como generadores de perturbación emocional. Y todo esto condiciona totalmente el estado anímico de una persona.

La flexibilidad psicológica ha sido relacionada con diversos indicadores positivos en individuos con problemas de salud mental y enfermedades crónicas, y ha sido identificada como un importante mecanismo de cambio psicoterapéutico. Sin embargo, la atención prestada a la flexibilidad psicológica en terapia es escasa.

Las personas inflexibles, en la primera impresión, pueden proyectar una sensación de seguridad, pero, en realidad, si ahondas un poco en su negativa a ver las cosas desde otra perspectiva, puedes encontrarte con algo que tratan de ocultar: su propia inseguridad. Se sienten cómodas haciendo, pensando y defendiendo lo mismo una y otra vez y en situaciones diferentes. Es su zona segura. Sacarlos de ahí hace que se sientan indefensos y esto les provoca miedo.

Para intentar cambiar esto, hay que hacer ver a la persona las ventajas de la flexibilidad mental y los inconvenientes de la inflexibilidad en los trastornos psicológicos. A veces habrá que ser inflexible en determinadas situaciones, pero en una gama amplia de situaciones y pensamientos la flexibilidad nos dará una respuesta más adaptada.

La característica más invalidante de la inflexibilidad psicológica es la incapacidad que tienen las personas para modificar las rutinas y los hábitos mentales, algo que en muchos casos las conduce a la depresión. Los mecanismos mentales son altamente contraproducentes en la depresión, empeorándola e impidiendo salir de ella. La forma de pensar del deprimido está llena de ideas negativas que se repite a sí mismo una y otra vez, creando así mayores dosis de malestar.Chico triste por la presión de los 30

La visión que tenemos del mundo y de nuestro entorno, condiciona nuestro bienestar y con ello la implicación, el compromiso y la actitud que tenemos con nosotros y con los demás. Por eso, ser una persona con una mente flexible tiene muchas ventajas. Las personas flexibles nunca dejan de aprender, de crecer y de relacionarse, además toleran mejor la frustración, no tienen miedo al cambio, evolucionan y tienen menos niveles de estrés. Adaptarse a diferentes situaciones y actuar con nuestros valores de modo efectivo es ser como el agua, que todo lo vence porque se adapta.

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