Lidiar con una mente ansiosa puede ser una tortura. ¿Quién no ha experimentado en algún momento, en estos tiempos modernos, el golpe brusco de la ansiedad? ¿Quién no ha tenido que negociar con sus nervios para seguir con un proyecto? De esta manera, nuestras experiencias cotidianas pueden hacernos intuir cómo los trastornos del estado de ánimo y ansiedad pueden convertirse en tan formidables enemigos. Hablamos de una especie de viento en contra que frena nuestro avance. Muchos de nuestros problemas de ánimo derivan de nuestra ansiedad mental. Por contra, esa tendencia a la ansiedad que presentan algunas personas es sensible a 4 pilares. Así, actuando sobre ellos, se puede atenuar.

¿Qué características tiene una mente ansiosa?

1- Tendencia al sobreanálisis

Una de las características más salientes de las personas que tienden a sufrir ansiedad es que normalmente analizan demasiado lo que les ocurre. Debido a ello, les cuesta mucho contener las anticipaciones negativas. Van del pasado al futuro sin soltar la mente en el presente. En muchas ocasiones, la mayoría de los pensamientos que tienen las personas ansiosas son negativos. Esto es porque suelen completar a conciencia la lista de desventajas o carencias de una situación. Por eso, en general las personas con una mente ansiosa tienden a ser bastante pesimistas.

Por último, el pensar demasiado hace que en general nos preocupemos en exceso por lo que pueda ocurrir. Este exceso de preocupación por el futuro está en la base de la gran mayoría de los trastornos de ansiedad. Por ejemplo, el trastorno obsesivo – compulsivo (TOC) o el trastorno de ansiedad generalizada (TAC), que son difíciles de entender sin esta tendencia.

2- Inseguridad

Multitud de estudios han relacionado los trastornos de ansiedad con la existencia de una baja autoestima. Las personas que no se valoran lo suficiente tienden a mostrar los siguientes rasgos:

  • Se preocupan en exceso.
  • Evitan situaciones en las que se sienten incómodos.
  • Se sienten incapaces de enfrentarse a dificultades.
  • Suelen tener problemas en sus relaciones sociales.

Por lo general, estas dificultades se retroalimentan a medida que pasa el tiempo. Así, una persona puede comenzar por evitar situaciones sociales al no sentirse cómoda en ellas; con el tiempo, si repite su conducta, empezará a sentir ansiedad anticipatoria cuando tenga que interactuar con otros y, por último, en los casos más graves terminará por aislarse completamente. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con la fobia social o la agorafobia. Una de las mejores formas de combatir una mente ansiosa es mediante el incremento de la autoestima: trabajar para mejorar nuestro autoconcepto puede paliar muchos de los efectos de los trastornos del estado de ánimo.

3-  Gran sensibilidad emocional

Por lo general, las personas con mente ansiosa tienden a sentir emociones de una manera más intensa que el resto. En términos clínicos, esto -con matices importantes- es lo que se conoce como Persona Altamente Sensible o PAS. Las PAS son capaces de experimentar sentimientos positivos de una manera mucho más profunda y ante estímulos que para otros serían más bien neutros. Sin embargo, esta capacidad hará que con los negativos ocurra lo mismo. Según algunas ramas de la psicología, una de las claves de la felicidad es lograr mantenerse el mayor tiempo posible en un estado de equilibrio. La idea no sería dejar de sentir emociones, sino experimentar todas ellas pero de forma menos intensa, más equilibrada. Para las PAS, por lo que hemos dicho, sería más complicado porque el equilibrio quedaría comprometido por un número mayor de «posibles amenazas».

4- Expectativas altas

Las personas con este rasgo tienden a querer solo lo mejor de cualquier persona o situación. Cuando se enfrentan a una nueva situación, tienden a esperar que todo vaya a salir perfecto, y son extremadamente críticos, tanto consigo mismos como con los demás. El problema de tener unas expectativas demasiado altas es que es que aumentan mucho la probabilidad de decepción. Por eso, es recomendable evaluar nuestra forma de mirar, encontrando aquellos focos de contaminación que puedan estar sesgando nuestra mirada.

¿Se puede modificar una mente ansiosa?

Aunque la tendencia a sufrir ansiedad, como toda inercia, requiera de un esfuerzo inteligente para cambiarse. Con la suficiente perseverancia y el plan terapéutico correcto, prácticamente cualquier persona es capaz de aprender a pensar de manera más efectiva y mejorar el manejo de sus sentimientos. Si uno considera que posee una mente ansiosa, es importante buscar ayuda ayuda profesional. Los recursos que  se inviertan en este objetivo siempre tendrán un rendimiento valioso.

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