En varios aspectos de nuestra vida debería existir un equilibrio entre la fluidez y los esfuerzos. Solo de esta forma conseguiremos la plenitud en nuestro día a día. Por ejemplo, en el trabajo o en las relaciones.

Todos hemos experimentado en alguna ocasión el hecho de que las cosas fluyan. Es cuando decimos “todo va sobre ruedas” porque no hay que presionar ni forzar nada. Sin embargo, también somos conscientes del valor que tiene el esfuerzo. Porque sin perseverancia y sin trabajo, lo más probable es que no consigamos nada.

El equilibrio entre la fluidez y los esfuerzos en las relaciones es algo indispensable para que todo transcurra como debiera. En el caso de que no exista, la relación se encontrará en un grave problema. Imaginemos que estamos en una relación en la que una persona da mucho más que la otra. En estos casos, está más que claro que no hay un equilibrio entre la fluidez y los esfuerzos. Esto, con el tiempo, hará que la relación fracase, ya que sufrirá un progresivo desgaste. Sin embargo, en ocasiones creemos que en las relaciones todo tiene que fluir y no hay que esforzarse. Esta creencia nos hace caer en un error.

¿Cuáles son los esfuerzos imprescindibles para que todo funcione?

  • Aprender a negociar: Habrá cosas de la otra persona que no nos gusten tanto. Por eso, llegar a acuerdos será indispensable para que todo esté en armonía. Por ejemplo, si nuestra pareja fuma, pero nosotros lo odiamos, podemos acordar que fume pero siempre fuera de casa.
  • Dar un 50 %: Lo ideal en todo tipo de relación es que seamos capaces de dar un 50 %. En el caso de que esta cifra sea menor, la otra persona debe compensarla; si no, habrá un desajuste. Aunque esto puede variar, es importante que intentemos siempre estar en un 50 % los dos.
  • Sinceridad:  para que todo vaya bien en una relación es necesario que seamos sinceros con el otro, que lo aceptemos tal y como es y que en ningún caso intentemos cambiarlo. Cuando una relación va sobre ruedas, a pesar de las dificultades, todo se lleva de una mejor manera.

¿Cómo encontrar el equilibrio entre la fluidez y los esfuerzos en el trabajo?

El trabajo es una parte muy importante de nuestra vida. A esta actividad solemos dedicarle muchas horas de nuestro día. Sin embargo, hay que saber fluir. No podemos trabajar más de 8 horas al día e ignorar por completo que tenemos una familia. Priorizar el trabajo por encima de todo no es fluir, ya que es muy probable que tengamos una gran carga de estrés y responsabilidades encima.

Para lograr un equilibrio entre la fluidez y los esfuerzos en el trabajo es importante que tengamos en cuenta los siguientes consejos.

  • Aprender a delegar tareas: Muchas veces no podemos con todo, por lo que delegar tareas nos ayudará a liberarnos del estrés y a tener más tiempo para nosotros.
  • Aprender a decir “NO”: Negarnos a soportar más carga de trabajo puede resultarnos muy difícil, pero no hacer esto puede llevarnos a incumplir con los plazos de entrega. Esto no es nada profesional.
  • Tomarse tiempo de descanso: Para que el trabajo fluya, debe permitirnos tener tiempo para nosotros, para dedicarlo a nuestras aficiones, a nuestra familia, a nuestro ocio. En el caso de que esto no sea así, no hay equilibrio.

Sentir que nuestra vida está en equilibrio es considerado por muchos la verdadera felicidad. Porque no siempre podemos estar alegres o eufóricos. Sin embargo, si existe equilibrio sí podemos sentirnos bien y a gusto la mayor parte del tiempo. Cuando sepamos en qué áreas hay una puntuación más baja, tendremos que plantearnos pequeños objetivos y metas que podamos llevar a cabo en un corto plazo de tiempo.

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