Cuando se experimenta la intuición, se tiene una sensacion de la relajación, en contraposición a la tensión que se siente en la ansiedad.
No hay duda alguna, lo sabés de inmediato. Esa es la naturaleza de la intuicion. Puede que no llegues a entender cómo lo sabés, pero lo sabés.
La intuición no proviene de una amenaza percibida o de un miedo.
La intuición se siente como una oleada de calma, de expansión y de entendimiento, en lugar de alerta.
La intuición viene acompañada de entendimiento que acabás de alcanzar, a diferencia de la ansiedad en donde NO hay entendimiento y seguís explorando todos los canales de dudas.
La intuición no es producto de la razón ni de tus creencias irracionales. No tiene lugar por cánones estrictamente lógicos.
La intuición no aparece por tener la necesidad de conocer o controlar el futuro.
A diferencia de la ansiedad, la intuición no interfiere en tu vida. Si te das cuenta de que seguís teniendo una sensación de la que no te podés librar, y los sintomas físicos se incrementan, lo más seguro es que se trate de ansiedad.
La intuición suele ser un pensamiento o sentimiento único sobre determinada situación y, no aparecerá de manera constante, no se trata de un pensamiento intrusivo.
La intuición no consiste en predecir el futuro, sino más bien es un sentimiento que te da pistas o claves sobre algo que está sucediendo en un preciso momento.