Generalmente, se suelen hacer bromas y no se toma en serio una enfermedad como la bipolaridad. No se tiene en cuenta que es una condición muy real y compleja.

En primer lugar, hay que comprender que la bipolaridad es un trastorno psicológico y no una elección o manera de ser. La bipolaridad tampoco es una condición de doble o personalidad múltiple, ya que se trata de estados diferentes. La persona bipolar suele presentar inestabilidad en sus actitudes y unos cambios de ánimo drásticos que pueden hacer que su condición se confunda con la depresión. Quien sufre este tipo de trastorno no tiene dificultades para identificarse a sí mismo/a, sino que sus cambios de ánimo son tan drásticos que las actitudes de esta persona se hacen antónimas y difíciles de explicar.

Es fundamental e indispensable tener en claro cuáles son los síntomas que acarrea esta enfermedad, ya que es la única manera de poder reconocerla en otra persona o en uno mismo/a. De esta manera, se puede hacer lo necesario para mantener la condición controlada, tratada y que así tanto el paciente como sus seres queridos o quienes lo rodean, mantengan una buena calidad de vida. El diagnóstico de esta condición es muy complicado, sobre todo porque la persona que lo padece difícilmente busca ayuda. También, lo dificulta la inestabilidad que presenta en sus actitudes. Es por eso que puede confundirse con otro tipos de de trastornos psicológicos como ser la psicosis o con la depresión.

Para lograr diagnosticar a una persona bipolar, es necesario analizarla por un largo periodo de tiempo. Si bien esta enfermedad no tiene una cura, es posible y muy factible tratarla con un cambio en las actividades cotidianas. El entorno tendrá un papel fundamental en su tratamiento, ya que es usual que, por su misma condición, el bipolar se niegue a recibir ayuda médica. Es muy recomendable que los afectados por esta condición se ejerciten, asistan a terapia psicológica, practiquen yoga u otra actividad que los relaje. Tienen que rodearse de personas que lo comprendan y le brinden mucho afecto, apoyo y contención.

Características de una persona bipolar

Tristeza profunda : La persona bipolar se sentirá muy deprimida. Esto conlleva a la ansiedad, tristeza, pesimismo y fuertes sensaciones de frustración. Además, tendrá una pérdida total del interés por todo, incluso todo aquello que deseaba hacer frecuentemente en la fase maníaca. Para una persona con esta condición es muy frustrante no poder entender ni siquiera la razón de su profunda depresión. Esto puede traer como consecuencia deseos suicidas.

Hipomanía: Esta consiste en un período diferenciado de tiempo en el que el estado de ánimo es elevado de manera continuada. También puede ser un rasgo de la irritabilidad de la persona, al menos, cuatro o cinco días, algo que ya se puede diferenciar del estado de ánimo habitual. La hipomanía también se ve a través de una autoestima exagerada o unos delirios de grandiosidad. Así, puede generar en que la persona se muestre más conversador de lo suele ser habitualmente. Hay que tener en cuenta que un bipolar suele tener estados de ánimos muy intensos o extremos.

Cambios de humor drásticos : La bipolaridad implica cambios drásticos de los estados de ánimo.Una persona bipolar puede pasar de la euforia incontrolable a una turbación profunda de un momento a otro y por situaciones muy simples. Para las personas mentalmente estables estas no serían demasiado significativas. Además, muchas veces, quien padece de este trastorno puede durar un buen periodo de tiempo en un estado específico, el cual que puede ser estable, depresivo o maníaco. Sin embargo, los cambios de estado no responden a situaciones específicas o a patrones predecibles. En ocasiones, estas personas se pueden sentir estupendamente bien por un buen tiempo. Sentir mucha energía, tanta que ni siquiera sienten la necesidad de dormir (hasta pueden durar días despiertos), pero al mismo tiempo estar distraídos e irritables. Esto es una fase maníaca y se caracteriza por actitudes excesivas: deseos sexuales excesivos, energía excesiva e incluso puede llegar a la agresión y a la violencia.

Rasgos psicóticos: Una de las razones que pueden ocasionar estos cambios puede ser la psicosis, que conlleva este trastorno. La psicosis se trata de una condición que altera la percepción de las situaciones, los gestos o las palabras, entre otros. Un psicótico interpreta de manera errada lo que su entorno trata de comunicarle. Incluso, si la psicosis es grave, se pueden sufrir diferentes tipos de alucinaciones.

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